COMO AFECTA EL CANCER AL SISTEMA CIRCULATORIO

El cáncer puede afectar el sistema circulatorio de varias maneras. En primer lugar, algunos tipos de cáncer, particularmente los leucemias y linfomas, son trastornos directos de las células que componen la sangre y el sistema circulatorio.<br><br>Además, el crecimiento de tumores cancerosos puede influir en el sistema circulatorio localmente, a medida que los tumores se desarrollan y requieren un suministro de sangre, pueden alterar el flujo normal de la sangre en sus areas circundantes. <br><br>En algunos casos, los tumores pueden producir sustancias químicas que promueven la formación de nuevos vasos sanguíneos, un proceso conocido como angiogénesis, que asegura que el tumor tenga un suministro de nutrientes y oxígeno para poder crecer.<br><br>Además, el cáncer puede llevar a una mayor probabilidad de formación de coágulos de sangre, una afección conocida como hipercoagulabilidad. Los coágulos de sangre pueden causar complicaciones serias si se desplazan a través del sistema circulatorio al corazón, pulmones, o cerebro.<br><br>Por último, los tratamientos para el cáncer, incluyendo radioterapia y quimioterapia, a veces pueden tener efectos secundarios que influyen en el sistema circulatorio. Estos pueden incluir anemia, leucopenia y trombocitopenia, todos los cuales pueden afectar significativamente la circulación sanguínea.<br><br>No se mencionó en la respuesta original que el tabaquismo es una causa reconocida de muchos tipos de cáncer. Fumar tabaco daña los vasos sanguíneos, haciéndolos engrosar y estrechar. Estos cambios en los vasos sanguíneos pueden afectar la circulación y aumentar el riesgo de coágulos sanguíneos, lo que a su vez puede aumentar el riesgo de problemas cardiovasculares. Sin embargo, el tabaquismo no "da cancer a la sangre", y esta es una interpretación incorrecta del impacto del tabaco en el organismo. El tabaquismo puede aumentar el riesgo de desarrollar diferentes tipos de cáncer, incluyendo cáncer de pulmón, boca, garganta, esófago y vejiga, pero no directamente la leucemia u otros cánceres de las células sanguíneas.