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El gesto de la mentira Todos hemos mentido alguna vez, el que dice que nunca ha mentido, "miente". A menudo decimos mentiras "santas', depende de la situación , una vez para tener paz en nuestro entomo,ya sea en casa o en el trabajo, con nuestros hijos o en nuestra relación por mil motivos mentimos para una mejor convivencia. ¿En qué medida es conveniente decir mentiras "inofensivas"? A veces hay situaciones en las cuales nos vemos obligados a mentir un poco o por el contrario a decir la verdad. ¿Cómo se puede saber si el otro miente, o si nos dice la verdad, y de qué manera esto se refleja en nuestro rostro y lenguaje corporal? Por una vez que mentimos o robamos o hacemos un donativo o ayudamos a alguien, no por eso somos un mentiroso o un ladrón o un santo o una persona muy noble o muy respetable. Por ejemplo, si en una entrevista no queremos contestar la verdad, primero nuestra mirada se aleja de nuestro interlocutor y empezamos en muchos casos mirando el suelo Alejamos más o menos nuestro cuerpo de la otra persona, hablamos más lentamente de lo normal y nuestras palabras no suenan firmes y el que observa bien, sabe,ve y nota, que algo ocultamos. Todas estas situaciones nos pasan alguna vez en nuestra vida y no por eso nos dejan una huella en el rostro o el cuerpo. Por ejemplo si en una cueva cae una gota de agua durante algunas horas a la tierra seguramente después de unos dias ya nada se verá igual. En cambio, si esta gota de agua cae durante meses o años , se formará un pequeño monticulo en la tierra pues lo mismo sucederia si constantemente mintiéramos y engañáramos a alguien.Este comportamiento dejaría una huella desagradable en nuestro rostro. A quien no ha practicado o estudiado la psico- fisonomia le será muy difícil reconocer este gesto. Hay algo muy claro no podemos mentir sólo con los ojos, lo hacemos conjuntamente con nuestra boca. Algo se tuerce ahí, tanto en la mirada como en la boca y a veces también en la nariz . Para saber si estamos en lo cierto tenemos que saber si la persona ha tenido una operación estética o un accidente o cualquier golpe en el rostro , por si acaso. Respetando todo lo dicho anteriormente, el gesto de la mentira se ve en los ojos. La mirada no suele ser ni franca ni abierta, sino en posición oblicua. La boca suele torcerse también, el semblante en su totalidad se torna muy negativo Obsérvese por ejemplo el cuadro de la última cena; alli el pintor Leonardo da Vínci, quien sin duda fue un pionero en el estudio del rostro y en la expresión del ser humano, pintó a Judas de una manera perfecta todo en su rostro hablaba de traición y mentira.

Problemas

El gesto de la mentira
Todos hemos mentido alguna vez, el que dice que nunca ha mentido, "miente". A menudo decimos
mentiras "santas', depende de la situación , una vez para tener paz en nuestro entomo,ya sea en
casa o en el trabajo, con nuestros hijos o en nuestra relación por mil motivos mentimos para una
mejor convivencia. ¿En qué medida es conveniente decir mentiras "inofensivas"?
A veces hay situaciones en las cuales nos vemos obligados a mentir un poco o por el contrario a
decir la verdad. ¿Cómo se puede saber si el otro miente, o si nos dice la verdad, y de qué manera
esto se refleja en nuestro rostro y lenguaje corporal?
Por una vez que mentimos o robamos o hacemos un donativo o ayudamos a alguien, no por eso
somos un mentiroso o un ladrón o un santo o una persona muy noble o muy respetable.
Por ejemplo, si en una entrevista no queremos contestar la verdad, primero nuestra mirada se aleja
de nuestro interlocutor y empezamos en muchos casos mirando el suelo Alejamos más o menos
nuestro cuerpo de la otra persona, hablamos más lentamente de lo normal y nuestras palabras no
suenan firmes y el que observa bien, sabe,ve y nota, que algo ocultamos.
Todas estas situaciones nos pasan alguna vez en nuestra vida y no por eso nos dejan una huella
en el rostro o el cuerpo. Por ejemplo si en una cueva cae una gota de agua durante algunas
horas a la tierra seguramente después de unos dias ya nada se verá igual. En cambio, si esta
gota de agua cae durante meses o años , se formará un pequeño monticulo en la tierra pues lo
mismo sucederia si constantemente mintiéramos y engañáramos a alguien.Este comportamiento
dejaría una huella desagradable en nuestro rostro. A quien no ha practicado o estudiado la psico-
fisonomia le será muy difícil reconocer este gesto.
Hay algo muy claro no podemos mentir sólo con los ojos, lo hacemos conjuntamente con nuestra
boca. Algo se tuerce ahí, tanto en la mirada como en la boca y a veces también en la nariz . Para
saber si estamos en lo cierto tenemos que saber si la persona ha tenido una operación estética o
un accidente o cualquier golpe en el rostro , por si acaso.
Respetando todo lo dicho anteriormente, el gesto de la mentira se ve en los ojos. La mirada
no suele ser ni franca ni abierta, sino en posición oblicua. La boca suele torcerse también, el
semblante en su totalidad se torna muy negativo Obsérvese por ejemplo el cuadro de la última
cena; alli el pintor Leonardo da Vínci, quien sin duda fue un pionero en el estudio del rostro y en
la expresión del ser humano, pintó a Judas de una manera perfecta todo en su rostro hablaba de
traición y mentira.

El gesto de la mentira Todos hemos mentido alguna vez, el que dice que nunca ha mentido, "miente". A menudo decimos mentiras "santas', depende de la situación , una vez para tener paz en nuestro entomo,ya sea en casa o en el trabajo, con nuestros hijos o en nuestra relación por mil motivos mentimos para una mejor convivencia. ¿En qué medida es conveniente decir mentiras "inofensivas"? A veces hay situaciones en las cuales nos vemos obligados a mentir un poco o por el contrario a decir la verdad. ¿Cómo se puede saber si el otro miente, o si nos dice la verdad, y de qué manera esto se refleja en nuestro rostro y lenguaje corporal? Por una vez que mentimos o robamos o hacemos un donativo o ayudamos a alguien, no por eso somos un mentiroso o un ladrón o un santo o una persona muy noble o muy respetable. Por ejemplo, si en una entrevista no queremos contestar la verdad, primero nuestra mirada se aleja de nuestro interlocutor y empezamos en muchos casos mirando el suelo Alejamos más o menos nuestro cuerpo de la otra persona, hablamos más lentamente de lo normal y nuestras palabras no suenan firmes y el que observa bien, sabe,ve y nota, que algo ocultamos. Todas estas situaciones nos pasan alguna vez en nuestra vida y no por eso nos dejan una huella en el rostro o el cuerpo. Por ejemplo si en una cueva cae una gota de agua durante algunas horas a la tierra seguramente después de unos dias ya nada se verá igual. En cambio, si esta gota de agua cae durante meses o años , se formará un pequeño monticulo en la tierra pues lo mismo sucederia si constantemente mintiéramos y engañáramos a alguien.Este comportamiento dejaría una huella desagradable en nuestro rostro. A quien no ha practicado o estudiado la psico- fisonomia le será muy difícil reconocer este gesto. Hay algo muy claro no podemos mentir sólo con los ojos, lo hacemos conjuntamente con nuestra boca. Algo se tuerce ahí, tanto en la mirada como en la boca y a veces también en la nariz . Para saber si estamos en lo cierto tenemos que saber si la persona ha tenido una operación estética o un accidente o cualquier golpe en el rostro , por si acaso. Respetando todo lo dicho anteriormente, el gesto de la mentira se ve en los ojos. La mirada no suele ser ni franca ni abierta, sino en posición oblicua. La boca suele torcerse también, el semblante en su totalidad se torna muy negativo Obsérvese por ejemplo el cuadro de la última cena; alli el pintor Leonardo da Vínci, quien sin duda fue un pionero en el estudio del rostro y en la expresión del ser humano, pintó a Judas de una manera perfecta todo en su rostro hablaba de traición y mentira.

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Ximenaavanzado · Tutor durante 1 años
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El gesto de la mentira es un tema interesante y complejo. Aunque todos hemos mentido en algún momento, es importante reflexionar sobre la medida en que es conveniente hacerlo y cómo se refleja en nuestro rostro y lenguaje corporal.<br /><br />En ocasiones, podemos sentir la necesidad de mentir para evitar conflictos o mantener la paz en nuestro entorno. Sin embargo, es importante ser conscientes de que la mentira puede tener consecuencias negativas a largo plazo y puede dañar nuestras relaciones con los demás.<br /><br />Para saber si alguien está mintiendo o diciendo la verdad, podemos observar ciertos gestos y señales no verbales. Por ejemplo, la mirada puede ser un indicador importante. Cuando mentimos, nuestra mirada suele ser oblicua o evitando contacto visual directo. Además, la boca suele torcerse y el semblante puede volverse negativo.<br /><br />Es importante tener en cuenta que no todos los que mienten lo harán con estos gestos específicos, y no todos los que tienen una mirada abierta o una expresión facial positiva están diciendo la verdad. Además, hay factores como la personalidad, la cultura y la experiencia individual que pueden influir en cómo se manifiesta el gesto de la mentira.<br /><br />En resumen, aunque es natural mentir en ocasiones, es importante ser conscientes de los posibles efectos negativos que puede tener en nuestras relaciones y en nuestra propia imagen. Además, es importante recordar que la honestidad y la sinceridad son valores importantes en cualquier relación interpersonal.
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