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¿Diles que no me maten! Juan Rulfo -iDiles que no me maten, Justino! Anda, vete a decirles eso Que por caridad Asi diles. Diles que lo hagan por caridad. -No pucdo. Hay alli un sargento que no quicre oir hablar nada de ti -Haz que te oiga Date tus mañas y dile que para sustos ya ha estado bueno Dile que lo haga por caridad de Dios. -No se trata de sustos. Parece que te van a matar de a de veras.Y yo ya no quicro volver alla. -Anda otra vez. Solamente otra vez, a ver qué consigues. -No. No tengo ganas de ir. Según cso yo soy tu hijo Y, si voy mucho con ellos, acabarán por saber quién soy y les dará por afusilarme a mi también. Es mejor dejar las cosas de este tamaño. -Anda, Justino. Diles que tengan tantita lástima de mi. Nomás eso diles. Justino apreto los dientes y movió la cabeza diciendo: -No Y siguió sacudiendo la cabeza durante mucho rato. -Dile al sargento que te deje ver al coronel. Y cuéntale lo viejo que estoy. Lo poco que valgo. ¿Qué ganancia sacará con matarme?Ninguna ganancia. Al fin y al cabo él debe de tener un alma. Dile que lo haga por la bendita salvación de su alma. Justino se levantó de la pila de piedras en que estaba sentado y caminó hasta la pucrta del corral. Lucgo se dio vuelta para decir: -Voy, pues. Pero si de perdida me afusilan a mí también, ¿quién cuidará de mi mujer y de los hijos? -La Providencia, Justino. Ella se encargará de ellos.Ocúpate de ir allá y ver qué cosas haces por mi. Eso es lo que urge.

Problemas

¿Diles que no me maten!
Juan Rulfo
-iDiles que no me maten, Justino! Anda, vete a decirles eso Que por caridad Asi
diles. Diles que lo hagan por caridad.
-No pucdo. Hay alli un sargento que no quicre oir hablar nada de ti
-Haz que te oiga Date tus mañas y dile que para sustos ya ha estado bueno
Dile que lo haga por caridad de Dios.
-No se trata de sustos. Parece que te van a matar de a de veras.Y yo ya no
quicro volver alla.
-Anda otra vez. Solamente otra vez, a ver qué consigues.
-No. No tengo ganas de ir. Según cso yo soy tu hijo Y, si voy mucho con
ellos, acabarán por saber quién soy y les dará por afusilarme a mi también. Es
mejor dejar las cosas de este tamaño.
-Anda, Justino. Diles que tengan tantita lástima de mi. Nomás eso diles.
Justino apreto los dientes y movió la cabeza diciendo:
-No
Y siguió sacudiendo la cabeza durante mucho rato.
-Dile al sargento que te deje ver al coronel. Y cuéntale lo viejo que estoy. Lo
poco que valgo. ¿Qué ganancia sacará con matarme?Ninguna ganancia. Al fin y al
cabo él debe de tener un alma. Dile que lo haga por la bendita salvación de su alma.
Justino se levantó de la pila de piedras en que estaba sentado y caminó hasta la
pucrta del corral. Lucgo se dio vuelta para decir:
-Voy, pues. Pero si de perdida me afusilan a mí también, ¿quién cuidará de mi
mujer y de los hijos?
-La Providencia, Justino. Ella se encargará de ellos.Ocúpate de ir allá y ver
qué cosas haces por mi. Eso es lo que urge.

¿Diles que no me maten! Juan Rulfo -iDiles que no me maten, Justino! Anda, vete a decirles eso Que por caridad Asi diles. Diles que lo hagan por caridad. -No pucdo. Hay alli un sargento que no quicre oir hablar nada de ti -Haz que te oiga Date tus mañas y dile que para sustos ya ha estado bueno Dile que lo haga por caridad de Dios. -No se trata de sustos. Parece que te van a matar de a de veras.Y yo ya no quicro volver alla. -Anda otra vez. Solamente otra vez, a ver qué consigues. -No. No tengo ganas de ir. Según cso yo soy tu hijo Y, si voy mucho con ellos, acabarán por saber quién soy y les dará por afusilarme a mi también. Es mejor dejar las cosas de este tamaño. -Anda, Justino. Diles que tengan tantita lástima de mi. Nomás eso diles. Justino apreto los dientes y movió la cabeza diciendo: -No Y siguió sacudiendo la cabeza durante mucho rato. -Dile al sargento que te deje ver al coronel. Y cuéntale lo viejo que estoy. Lo poco que valgo. ¿Qué ganancia sacará con matarme?Ninguna ganancia. Al fin y al cabo él debe de tener un alma. Dile que lo haga por la bendita salvación de su alma. Justino se levantó de la pila de piedras en que estaba sentado y caminó hasta la pucrta del corral. Lucgo se dio vuelta para decir: -Voy, pues. Pero si de perdida me afusilan a mí también, ¿quién cuidará de mi mujer y de los hijos? -La Providencia, Justino. Ella se encargará de ellos.Ocúpate de ir allá y ver qué cosas haces por mi. Eso es lo que urge.

Solución

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Claudiomaestro · Tutor durante 5 años
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El fragmento que has compartido es un extracto del cuento "¡Diles que no me maten!" escrito por Juan Rulfo. En este pasaje, se muestra una conversación entre el personaje principal, Justino, y otro personaje que le pide que interceda por él para evitar ser ejecutado.<br /><br />El protagonista suplica a Justino que vaya a hablar con el sargento para pedir clemencia, argumentando que no tiene sentido matarlo y que el sargento debería actuar por caridad y compasión. Sin embargo, Justino se muestra renuente a ayudar, temiendo por su propia vida si se involucra demasiado. A pesar de las súplicas del protagonista, Justino finalmente accede a ir a ver al sargento, pero expresa su preocupación por el destino de su propia familia si algo le sucede.<br /><br />Este fragmento refleja la desesperación y la impotencia del personaje principal ante su inminente ejecución, así como la falta de compasión y humanidad en la situación. La historia aborda temas como la injusticia, la crueldad y la falta de empatía en un contexto de violencia y conflicto.<br /><br />Es importante destacar que esta obra literaria es un ejemplo representativo del realismo mágico en la literatura latinoamericana, caracterizado por la combinación de elementos fantásticos con situaciones cotidianas y realistas.
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